CAPÍTULO TRIGÉSIMO NOVENO
Donde el cautivo cuenta su vida y sucesos
Esperaban recibir un buen rescate por Ruy. Cada día desorejaban un cristiano, ahorcaban o empalaban otros cuantos.
Un día, una mujer se asomó por la ventana y le entregó diez cianís de oro.
Unos días después la misma mujer se asomó entregándole una nota que decía:
“Cuando era pequeña mi padre tenía una esclava cristiana que me enseñó oraciones a Lela Mairén. Esa mujer murió, y se me apareció varias veces diciéndome que debía ir a tierra cristiana a ver a Lela Mairén”. Esa mujer era Zoraida.
Unos días después consiguió que un valenciano pagara su rescate. Una vez en libertad, recogió a Zoraida y huyeron a fuerza de remo hasta Mallorca. En el camino unos corsarios franceses les saquearon. Finalmente les dejaron vivir y marchar hacia costas de Andalucía. Pasada una medianoche tomaron tierra, unos pescadores los atendieron en sus casas. Después, marchó con Zoraida a Vélez-Málaga, donde compraron el animal donde ellos viajan. Hace veinte años que abandonó León y ahora vuelve para ver si su padre sigue vivo.
Tras contar su historia, Don Fernando les ofreció que su hermano bautizara a Zoraida y acompañarlos a León, ayuda que rechazaron.
Carla Guerrero Tirado, David Motovylo Boyarchuk,
Mohamed Reda El Amrani y Enrique Ruiz Rabadán.
IES Julián Zarco, 3º de ESO
