CAPÍTULO VIGÉSIMO SEXTO
Donde se prosiguen las finezas que de enamorado hizo el nuestro don Quijote en Sierra Morena.
Sancho Panza se dirigía al Toboso y llegó a la venta donde lo habían manteado, pero tenía mucha hambre y quería degustar algo caliente y en esto salieron dos hombres que eran el cura y el barbero de don Quijote y reconocieron a Sancho porque llevaba el caballo del “caballero de La Mancha”.
El cura y el barbero acusaron a Sancho de haber matado a don Quijote y haber robado su caballo, Sancho para defenderse les cuenta las locuras de don Quijote y les dice que va a darle una carta de él a Dulcinea, ellos le piden que se la enseñe, pero Sancho perdió la carta, porque se la había quedado su señor sin darse cuenta, Sancho al pensar que la había perdido, para no recibir castigo la intenta recitar de memoria.
El cura y el barbero alabaron la buena memoria de Sancho Panza, y Sancho al recitar bien la carta, les demostró la extraña locura de Don Quijote e idearon un plan para intentar sacarlo de su locura.
El plan era que el cura se disfrazara de doncella y el barbero de escudero, pero un cura no se podía vestir de doncella, así que se intercambiaron el disfraz. Al llegar donde se encontraba don Quijote pusieron en marcha el plan, pero allí se encontraron a Cardenio llorando por tener una vida tan miserable, el cura lo convenció para que dejara de llorar y también le convencieron ayudar en el plan.
Carolina Rodrigo Carnicero, Samuel Rodrigo Mayorga,
Nerea Sanz Robles y Alonso Perona Rubio.
IES Julián Zarco, 3º de ESO
