CAPÍTULO VIGÉSIMO QUINTO
Que trata de las estrañas cosas que en Sierra Morena sucedieron al valiente caballero de la Mancha, y de la imitación que hizo a la penitencia de Beltenebros.
Hablando don Quijote con Sancho, dice que se habrán equivocado, ya que don Quijote no hizo caso a Sancho. Sancho lo intenta animar, y deciden irse a Sierra Morena para esconderse y don Quijote se alegraba porque allí podría vivir miles de aventuras.
Allí, Sancho encuentra una maleta podrida, y dentro de ella, unas cuantas camisetas y unos escudos de oro. Don Quijote dice a Sancho que se lo merece y se alegra mientras se preguntan por qué eso estaría ahí.
También encontraron un librillo, donde había un soneto de amor, y a Don Quijote que le gustaban mucho ese tipo de sonetos, lo leen. Se trataba de un desamor.
Don Quijote quería encontrar el dueño de la maleta, pero Sancho lo pensó y tendría que devolverle todo lo que encontró, así que él pensó que no.
Luego, se encontraron un anciano con un rebaño de ovejas, él dice que también vio la maleta, pero no se la quedó, ya que no quería ser acusado de hurto. Hablando con el anciano, les cuenta que el propietario de la maleta llegó hace seis meses buscando la parte escondida de la sierra, pero hace poco volvió y asaltó a uno de sus pastores. Luego los demás pastores lo vieron, y le pidieron que por favor no volviera a asaltar a ninguno de ellos.
Justo después de eso, el hombre apareció hablando solo, él les agradeció a Sancho y a Don Quijote por encontrar la maleta, él les diría su nombre si no interrumpía sobre la historia que tenía que contarles. Ellos prometieron no interrumpir y le dieron comida.
Este les contó que se llamaba Cardenio, provenía de una familia rica, y se enamoró de una doncella tan rica cómo el, que se llamaba Luscinda. El duque grande de España deseaba que Cardenio fuera el compañero de su hijo mayor, por lo que tuvo que dejar todo. Pero Luscinda le prometió esperarle. Cuando él llegó, iba a pedírsela a su padre, su padre lo llamó para que fuera urgente, él llegó y se enteró que ella ya tenía a otro hombre, y cuando el intentó impedirlo, el otro, Fernando, ya había gozado de ella.
Fernando al enterarse de la maldad que acababa de hacer, lo que quería era estar lejos de su padre. El padre de Cardenio le recibió, y Cardenio ya había hablado con Fernando sobre Luscinda. Cuando se la enseñó quedó enamorado, Cardenio se puso muy celoso.
Un día, Luscinda le pidió el libro de Amadís de Gaula, y don Quijote, que era un aficionado, interrumpió. Don Quijote rompió su promesa y Cardenio se quedó callado y le vino el ataque de locura. Él golpeó a Don Quijote. Tumbó a Sancho y se pelearon, también tumbó al cabrero, y Cardenio huyó.
Don Quijote y Sancho se propusieron ir a buscarlo, pero Sancho quería volver con su familia, ya que no soportaba los golpes. Don Quijote quiere buscar una hazaña en las montañas, como Amadís. Don Quijote penaba por Dulcinea y por ella libera a su caballo Rocinante.
Don Quijote escribió una carta en el libro de Cardenio, lo firma y lo enviaron para traducirlo.
Esta es la carta de amor para Dulcinea del Toboso.
Natalia Esquinas Bascuñán, Roberto Jiménez Calero
y Daniel Tirado Contreras.
IES Julián Zarco, 3º de ESO
