CAPÍTULO VIGÉSIMO CUARTO
Donde se prosigue la aventura de la Sierra Morena. Dice la historia que era grandísima la atención con que don Quijote escuchaba al astroso Caballero de la Sierra, el cual, prosiguiendo su plática, dijo: «Quienquiera que seáis», etc.
Don Quijote estaba en Sierra Morena, haciendo penitencia por Dulcinea, ya que vio que en sus libros de caballería los caballeros lo hacían por sus amadas. Poco tiempo después ven a don Quijote a lo lejos, con un señor llamado Cardenio, que estaba haciendo penitencia, ya que le estaba contando la historia de amor y la carta que tenía con Luscinda. También le cuenta cuando su amigo don Fernando le traiciona, ya que se casó con Luscinda, y además cuando estaban en la boda don Fernando mata a Luscinda.
Después de contar la historia, don Quijote y Cardenio ven a lo lejos una mujer caballera, que se cae del caballo, ellos se acercan hablar con ella, y ella les cuenta su historia. También les cuenta que ella está enamorada de don Fernando. Cardenio, al escuchar eso, se altera, y al cura y al barbero (que lo siguen observando desde lejos) les da miedo que se pueda volver alterar. La chica, al enterarse de que don Fernando se había casado con otra, se va desolada al bosque. Antes de que la chica pudiera llegar al bosque, la paran Sancho Panza, el cura y el barbero, y le dicen que si puede ayudarles a que a don Quijote se le quite la locura. Ella acepta y se ponen en marcha.
Después de un largo tiempo, llegan a donde está don Quijote, y Dorotea, le dice a don Quijote que la ayude a recobrar su reino, matando a un gigante, y a cambio, recuperando a Dulcinea. Él acepta, y Sancho Panza y don Quijote se pusieron en marcha. De camino al reino, a Sancho, a don Quijote y a Dorotea (en su papel de princesa), les sorprenden el barbero y el cura. Poco después, se pusieron hablar con don Quijote y deciden acompañarlos hasta el reino de la doncella. El barbero y el cura ponen la excusa de que van a conseguir un dinero que tenían unos indios en Sevilla, y Sancho Panza confiesa que su amo (don Quijote) los mató. Don Quijote pregunta a la doncella que cuántos enemigos tenían que derrotar.
Carla Contreras Guerrero, Victoria Fernández-Chinchilla López,
Leyre Muñoz Bascuñán y Ainhoa Villanueva Zarco.
IES Julián Zarco, 3·º ESO
